A continuación presentamos la síntesis de un texto que nos ayudará a reflexionar sobre nuestra propia práctica.
ENTRE TRAYECTORIAS
ESCENAS Y PENSAMIENTOS EN ESPACIOS DE
FORMACIÓN
Sandra Nicastro
María Beatriz Greco
Capítulo 2: Recorridos de la subjetividad.
Trayectorias en el espacio de educar entre sujetos
"En
este capítulo nos aproximaremos a un pensamiento acerca de las trayectorias
como recorridos subjetivos e institucionales, lo que en un mismo movimiento
hace a un sujeto y a una institución, la trama con la que ambos se
constituyen”…
…”Mirar
una trayectoria supone sostener una mirada múltiple y que reúne dos tiempos en
uno, produciendo un recorte y una ampliación a la vez. No se trata de mirar sólo
a un sujeto ni de centrar la atención sólo en la organización escolar.
El sujeto habla a su manera, a lo largo de su recorrido educativo o formativo e
incluso de vida, de la organización formativa y ésta no hace más que decir en
su cotidianeidad, de distintos modos, quiénes son los sujetos que educa o
forma. Es por esto que las dicotomías y las oposiciones no alcanzan nunca a dar
cuenta de una trayectoria educativa: no es el sujeto o la institución,
son ambos a la vez, sin que cada uno de ellos pierda su singularidad, sus
rasgos propios, sus dimensiones, su modo de presentación particular”...
…”El
trabajo de las trayectorias educativas acontece siempre entre sujetos e
instituciones, crea subjetividad y la demanda, ofrece organización ya
establecida y la produce, reinventándola. Cada trayectoria abre a un recorrido
que es situado, particular, artesanalmente construido y que remite al mismo
tiempo a dimensiones organizadas previamente más allá de las situaciones y las
particularidades. En ese territorio intermedio, por momentos incierto e
indefinible, sin fronteras claras entre sujetos y organizaciones es que la
trayectoria se despliega"....
..."Es por esto que, para pensar las
trayectorias como recorridos subjetivos e institucionales, atravesaremos
espacios y lugares compartidos intergeneracionalmente, intersubjetivamente, en
el lazo que arma lo social y lo individual a la vez, lo colectivo y lo íntimo, en la transmisión de una herencia,
de una cultura y de una posibilidad de constituirse en ella como ser
diferenciado"...
..."El modo de concebir
cómo un sujeto se constituye define la acción y el trabajo en torno a las
trayectorias educativas. Por ello iremos desplegando concepciones claves en
torno a la identidad y la subjetividad que permiten inscribir a los sujetos en
legalidades, contextos, mundos, sentidos, donde la transmisión se realiza, se
“actualiza”, se hace acto sensible y pensable, actual, inscripto en lo que
viene de lejos y creador de algo nuevo”...
…”Proponemos pensar, ante todo, que hablar de identidad en relación a
las trayectorias educativas es hablar de:
la narración de una vida en singular y en un sentido común con otros, a
la vez
la dimensión de promesa de todo acto educativo, lo que aún no es
la convicción acerca del sentido de educar como experiencia sensible de
recibir a otros”…
..."Mucho
de lo que ocurre en el acto educativo y sostiene trayectorias, tiene que ver
con la identidad concebida, en cambio, como narración, promesa y experiencia
sensible de recibir a otros, no sólo en relación al alumno sino también al
maestro y a la institución que lo hace ser tal. En este sentido, constituir una
identidad se vincula con cómo nos pensamos a nosotros mismos enseñando o
aprendiendo y cómo pensamos a los otros enseñando o aprendiendo en el marco de
una cierta organización escolar. Esta es una primera forma de decir lo que la
identidad crea en tanto proceso: un conjunto de pensamientos acerca de uno
mismo que es a la vez, narración, lo que nos hace decir quiénes somos y
quiénes queremos ser, cómo nos proyectamos en alguien que es y va
siendo a la vez, inacabadamente, que no está aquí todavía, que está por
ser"...
..."Ahora
bien, pensarse a uno mismo no proviene del vacío, sino que tiene que ver con lo
que otros pensaron de uno, con haber sido pensado y narrado por otros en algún
momento o en la actualidad. Desde antes de nacer, desde los inicios de la vida,
en el ámbito familiar y luego en las organizaciones educativas y culturales. Si
un niño es pensado por otros (padre, madre, adulto referente), accederá a
pensarse a sí mismo y construirá la narrativa de su propia historia. Todo ser
requiere ser incluido en un orden simbólico, en un mundo humano que le otorgue
un lugar humano de palabra y nombre. De igual modo, y salvando las distancias,
un alumno se instituye –se piensa a sí mismo- cuando un maestro y una
institución-organización lo piensan, lo conciben, le hacen un lugar en un
ordenamiento simbólico e imaginario. Pero es un lugar pensado por otros que
está en parte ya diseñado, a medias concebido, siempre permanecen espacios de
indefinición por donde cada sujeto irá delineando lo suyo.
..."La
convicción acerca del sentido de educar como experiencia sensible de recibir a
otros, proviene de las dos dimensiones anteriormente señaladas: la narración y
la promesa. Este sentido de educar a otros se trata de un sentido actual que,
al mismo tiempo, declara su inactualidad: educar siempre supone un
tiempo y espacio otro, distinto del escolar, fuera de control, no sólo tiempo
presente ya sabido y controlable, sino tiempo por venir hecho de incertidumbre y
fuera de control cuyos efectos desconocemos. La trayectoria educativa tracciona
ese tiempo y espacio. Coloca a cada sujeto en esa diferencia de tiempos y
espacios, en ese “entre” del tiempo y espacio de la educación y del tiempo y
espacio de la vida más allá de la escuela”...
…”El
sentido de educar requiere convicción en relación a las acciones que le dan
lugar: hay allí un sujeto –niño, adolescente, adulto- que demanda ser
reconocido en otros, por otros. La transmisión entre generaciones o en el marco
de la relación pedagógica le hace un lugar. Un alumno se hace presente en una
institución de la educación o formación, es heredero de una historia
institucional y tiene derecho a ella. A la vez, es necesario inscribirlo
simbólicamente cada vez, en cada gesto y hacerle lugar también materialmente,
en forma de experiencia sensible. Esto implicará que se encuentra
suficientemente sostenido como para entramar su propia trayectoria educativa,
real, singular, asumida como propia, con una trayectoria ideal que la organización
ofrece como marco y como legalidad instituyente”...
…”La
trayectoria educativa es subjetiva e institucional porque se juega en ese
espacio intermedio de luces y sombras, certidumbres e incertidumbres,
aceptaciones y rechazos, propuestas alternativas e imposiciones,
identificaciones y desidentificaciones. Lejos de imágenes fijas o de lazos
inamovibles, la trayectoria reúne identidades diversas, del alumno, del
maestro, de la organización, y las presenta como narración posible de ser
escuchada”...
…”Una
trayectoria se hace y se recorre con otros, por otros, gracias a otros y a
veces, a pesar de otros. Las identidades se entrecruzan allí, sosteniendo o
desarticulando la continuidad de una trayectoria: entablar un diálogo “entre
dos personas” puede bastar para hacer que la trayectoria se asuma como propia,
ser bien mirado tiene que ver con una identidad asignada y asumida como posible
alumno con un lugar reconocido, ser mal mirado puede confirmar un “no lugar”,
no ser mirado puede cerrar toda habilitación a aprender en la escuela y
obstruir una trayectoria”...
…”Así, la
narración, la promesa y el sentido de educar configuran una identidad abierta
para sostener una trayectoria educativa, lejos de las esencias terminadas que
califican alumnos como pre-juicios. Estas dimensiones de la identidad abren a
la trayectoria como recorrido, despliegan la dimensión de lo posible, lo nuevo,
lo que aún no es”...